Estudiar después de los 60 mejora la salud
Comenzar la universidad en la séptima década de vida puede resultar todo un desafío, sobre todo porque lo primero que aparece son las excusas para no intentarlo, como “¿a esta edad?” o, la más frecuente, “la cabeza no me va a responder”.
Sin embargo, en las aulas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) se comprueba a simple vista que retornar al estudio a partir de los 60 no sólo rejuvenece el cerebro, sino también ayuda a prevenir enfermedades mentales de la edad, como las demencias, a reducir la depresión, a recuperar los roles sociales y a mejorar la calidad del envejecimiento.
“Tenemos una edad biológica y otra edad psicológica. La primera no la podemos modificar y a medida que avanza te siguen festejando los cumpleaños y te la recuerdan a cada rato...- bromea Eugenia Resnik, de 83 años- Pero la otra podemos mejorarla muchísimo si tenemos voluntad.”
Eugenia comenzó la universidad el año pasado; se inscribió en el curso de psicología y este año reincidió también con filosofía, un saber sobre el que confiesa que nunca había tenido un libro en la mano.
“Siempre nos queda una asignatura pendiente – asegura Eugenia al explicar por qué decidió ir a la universidad. Mis padres fueron inmigrantes, nunca nos faltó lo imprescindible, pero con mis hermanos sólo pudimos ir a la escuela primaria. Siempre quise seguir estudiando y tener una carrera, pero no fue posible”.
Desde hace diez años, la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Sociales creó la Universidad de la Tercera Edad (Unite), un programa que incluye el dictado de 36 cursos gratuitos para mayores de 60 años.
Durante un año o un cuatrimestre, unos 200 estudiantes cada año reciben contenidos de nivel académico teóricos y prácticos. Los docentes, que son los mismos que los de las carreras de grado de la UNLZ, no exigen memorizar textos y rendir exámenes, pero sí cumplir con los plazos para la entrega de los trabajos prácticos y las investigaciones.
(Disponible en http://www.lanacion.com.ar Acceso en: 30 jun. 2008)
Según el texto, podemos señalar que:
Estudiar después de los 60 mejora la salud
Comenzar la universidad en la séptima década de vida puede resultar todo un desafío, sobre todo porque lo primero que aparece son las excusas para no intentarlo, como “¿a esta edad?” o, la más frecuente, “la cabeza no me va a responder”.
Sin embargo, en las aulas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) se comprueba a simple vista que retornar al estudio a partir de los 60 no sólo rejuvenece el cerebro, sino también ayuda a prevenir enfermedades mentales de la edad, como las demencias, a reducir la depresión, a recuperar los roles sociales y a mejorar la calidad del envejecimiento.
“Tenemos una edad biológica y otra edad psicológica. La primera no la podemos modificar y a medida que avanza te siguen festejando los cumpleaños y te la recuerdan a cada rato...- bromea Eugenia Resnik, de 83 años- Pero la otra podemos mejorarla muchísimo si tenemos voluntad.”
Eugenia comenzó la universidad el año pasado; se inscribió en el curso de psicología y este año reincidió también con filosofía, un saber sobre el que confiesa que nunca había tenido un libro en la mano.
“Siempre nos queda una asignatura pendiente – asegura Eugenia al explicar por qué decidió ir a la universidad. Mis padres fueron inmigrantes, nunca nos faltó lo imprescindible, pero con mis hermanos sólo pudimos ir a la escuela primaria. Siempre quise seguir estudiando y tener una carrera, pero no fue posible”.
Desde hace diez años, la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Sociales creó la Universidad de la Tercera Edad (Unite), un programa que incluye el dictado de 36 cursos gratuitos para mayores de 60 años.
Durante un año o un cuatrimestre, unos 200 estudiantes cada año reciben contenidos de nivel académico teóricos y prácticos. Los docentes, que son los mismos que los de las carreras de grado de la UNLZ, no exigen memorizar textos y rendir exámenes, pero sí cumplir con los plazos para la entrega de los trabajos prácticos y las investigaciones.
(Disponible en http://www.lanacion.com.ar Acceso en: 30 jun. 2008)
De acuerdo con el texto, al tratar de la Universidad de la Tercera Edad, podemos afirmar que:
Estudiar después de los 60 mejora la salud
Comenzar la universidad en la séptima década de vida puede resultar todo un desafío, sobre todo porque lo primero que aparece son las excusas para no intentarlo, como “¿a esta edad?” o, la más frecuente, “la cabeza no me va a responder”.
Sin embargo, en las aulas de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) se comprueba a simple vista que retornar al estudio a partir de los 60 no sólo rejuvenece el cerebro, sino también ayuda a prevenir enfermedades mentales de la edad, como las demencias, a reducir la depresión, a recuperar los roles sociales y a mejorar la calidad del envejecimiento.
“Tenemos una edad biológica y otra edad psicológica. La primera no la podemos modificar y a medida que avanza te siguen festejando los cumpleaños y te la recuerdan a cada rato...- bromea Eugenia Resnik, de 83 años- Pero la otra podemos mejorarla muchísimo si tenemos voluntad.”
Eugenia comenzó la universidad el año pasado; se inscribió en el curso de psicología y este año reincidió también con filosofía, un saber sobre el que confiesa que nunca había tenido un libro en la mano.
“Siempre nos queda una asignatura pendiente – asegura Eugenia al explicar por qué decidió ir a la universidad. Mis padres fueron inmigrantes, nunca nos faltó lo imprescindible, pero con mis hermanos sólo pudimos ir a la escuela primaria. Siempre quise seguir estudiando y tener una carrera, pero no fue posible”.
Desde hace diez años, la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Ciencias Sociales creó la Universidad de la Tercera Edad (Unite), un programa que incluye el dictado de 36 cursos gratuitos para mayores de 60 años.
Durante un año o un cuatrimestre, unos 200 estudiantes cada año reciben contenidos de nivel académico teóricos y prácticos. Los docentes, que son los mismos que los de las carreras de grado de la UNLZ, no exigen memorizar textos y rendir exámenes, pero sí cumplir con los plazos para la entrega de los trabajos prácticos y las investigaciones.
(Disponible en http://www.lanacion.com.ar Acceso en: 30 jun. 2008)
Escoja la alternativa correcta con respecto al texto:
Lea atentamente el texto y señale la alternativa correcta de la cuestione.
“Estaba mucho más allá, en ese más allá ilocalizable adonde precisamente ponen proa los ojos de todas las mujeres del mundo cuando miran por una ventana y la convierten en punto de embarque, en andén, en alfombra mágica desde donde se hacen invisibles para fugarse. Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. En todos los claustros, cocinas, estrados y gabinetes de la literatura universal donde viven mujeres existe una ventana fundamental para la narración, de la misma manera que la suele haber también en los cuartos inhóspitos de hotel que pintó Edward Hopper y en las estancias embaldosadas de blanco y negro de los cuadros flamencos. Basta con eso para que se produzca a veces el prodigio: la mujer que leía una carta o que estaba guisando o hablando con una amiga mira de soslayo hacia los cristales, levanta una persiana o un visillo, y de sus ojos entumecidos empiezan a salir enloquecidos, rumbo al horizonte, pájaros en bandada que ningún ornitólogo podrá clasificar, cazar ningún arquero ni acariciar ningún enamorado y que levantan vuelo hacia el reino inconcreto del que sólo se sabe que está lejos.”
(Disponible en: http://www.epdlp.com/texto.php?id2=944 Acceso en 01 jul. 2008).
Señale la alternativa en que aparecen verbos irregulares del Presente de Indicativo y del Presente de Subjuntivo:
Lea atentamente el texto y señale la alternativa correcta de la cuestione.
“Estaba mucho más allá, en ese más allá ilocalizable adonde precisamente ponen proa los ojos de todas las mujeres del mundo cuando miran por una ventana y la convierten en punto de embarque, en andén, en alfombra mágica desde donde se hacen invisibles para fugarse. Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. En todos los claustros, cocinas, estrados y gabinetes de la literatura universal donde viven mujeres existe una ventana fundamental para la narración, de la misma manera que la suele haber también en los cuartos inhóspitos de hotel que pintó Edward Hopper y en las estancias embaldosadas de blanco y negro de los cuadros flamencos. Basta con eso para que se produzca a veces el prodigio: la mujer que leía una carta o que estaba guisando o hablando con una amiga mira de soslayo hacia los cristales, levanta una persiana o un visillo, y de sus ojos entumecidos empiezan a salir enloquecidos, rumbo al horizonte, pájaros en bandada que ningún ornitólogo podrá clasificar, cazar ningún arquero ni acariciar ningún enamorado y que levantan vuelo hacia el reino inconcreto del que sólo se sabe que está lejos.”
(Disponible en: http://www.epdlp.com/texto.php?id2=944 Acceso en 01 jul. 2008).
Escoja la opción en que la forma del artículo subrayado en la frase presenta otra función gramatical:
Lea atentamente el texto y señale la alternativa correcta de la cuestione.
“Estaba mucho más allá, en ese más allá ilocalizable adonde precisamente ponen proa los ojos de todas las mujeres del mundo cuando miran por una ventana y la convierten en punto de embarque, en andén, en alfombra mágica desde donde se hacen invisibles para fugarse. Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. En todos los claustros, cocinas, estrados y gabinetes de la literatura universal donde viven mujeres existe una ventana fundamental para la narración, de la misma manera que la suele haber también en los cuartos inhóspitos de hotel que pintó Edward Hopper y en las estancias embaldosadas de blanco y negro de los cuadros flamencos. Basta con eso para que se produzca a veces el prodigio: la mujer que leía una carta o que estaba guisando o hablando con una amiga mira de soslayo hacia los cristales, levanta una persiana o un visillo, y de sus ojos entumecidos empiezan a salir enloquecidos, rumbo al horizonte, pájaros en bandada que ningún ornitólogo podrá clasificar, cazar ningún arquero ni acariciar ningún enamorado y que levantan vuelo hacia el reino inconcreto del que sólo se sabe que está lejos.”
(Disponible en: http://www.epdlp.com/texto.php?id2=944 Acceso en 01 jul. 2008).
Apunte la alternativa correcta cuanto a la forma del Futuro Perfecto de Indicativo de verbos irregulares: