Texto: LA ESCLAVA
Un Rey musulmán se enamoró locamente de una joven esclava y ordenó que la trasladaran a palacio. Había proyectado desposarla y hacerla su mujer favorita. Pero, de un modo misterioso, la joven cayó gravemente enferma el mismo día en que puso sus pies en el palacio.
Su estado fue empeorando progresivamente. Se le aplicaron todos los remedios conocidos, pero sin ningún éxito. Y la pobre muchacha se debatía ahora entre la vida y la muerte. Desesperado, el rey ofreció la mitad de su reino a quien fuera capaz de curarla. Pero nadie intentaba curar una enfermedad a la que no habían encontrado remedio los mejores médicos del reino.
Por fin se presentó un hakim que pidió le dejaran ver a la joven a solas. Después de hablar con ella una hora se presentó ante el rey que aguardaba ansioso su dictamen.
“Majestad”, dijo el hakim, “la verdad es que tengo un remedio infalible para la muchacha. Y tan seguro estoy de su eficacia que, si no tuviera éxito, estaría dispuesto a ser decapitado. Ahora bien, el remedio que propongo se ha de ver que es sumamente doloroso pero no para la muchacha, sino para vos, Majestad”.
“!Di qué remedio es ése!” gritó el rey, “y le será aplicado. Cueste lo que cueste”.
El hakim miró compasivamente al rey y le dijo: “La muchacha está enamorada de uno de vuestros criados. Dadle vuestro permiso para casarse con él y sanará inmediatamente”.
¡Pobre rey…! Deseaba demasiado a la muchacha para dejarla marchar. Pero la amaba demasiado para dejarla morir.
ANTHONY DE MELO. El canto del pájaro. Editorial LUMEN, Buenos Aires, 1982, pág. 200-201.
Señala la alternativa que completa, respectivamente, la pregunta y la respuesta de las frases que siguen.
¿ ___________ EL REY ORDENÓ QUE TRASLADARAN A LA ESCLAVA A PALACIO?
____________ QUERÍA HACERLA SU ESPOSA.
Texto: LA ESCLAVA
Un Rey musulmán se enamoró locamente de una joven esclava y ordenó que la trasladaran a palacio. Había proyectado desposarla y hacerla su mujer favorita. Pero, de un modo misterioso, la joven cayó gravemente enferma el mismo día en que puso sus pies en el palacio.
Su estado fue empeorando progresivamente. Se le aplicaron todos los remedios conocidos, pero sin ningún éxito. Y la pobre muchacha se debatía ahora entre la vida y la muerte. Desesperado, el rey ofreció la mitad de su reino a quien fuera capaz de curarla. Pero nadie intentaba curar una enfermedad a la que no habían encontrado remedio los mejores médicos del reino.
Por fin se presentó un hakim que pidió le dejaran ver a la joven a solas. Después de hablar con ella una hora se presentó ante el rey que aguardaba ansioso su dictamen.
“Majestad”, dijo el hakim, “la verdad es que tengo un remedio infalible para la muchacha. Y tan seguro estoy de su eficacia que, si no tuviera éxito, estaría dispuesto a ser decapitado. Ahora bien, el remedio que propongo se ha de ver que es sumamente doloroso pero no para la muchacha, sino para vos, Majestad”.
“!Di qué remedio es ése!” gritó el rey, “y le será aplicado. Cueste lo que cueste”.
El hakim miró compasivamente al rey y le dijo: “La muchacha está enamorada de uno de vuestros criados. Dadle vuestro permiso para casarse con él y sanará inmediatamente”.
¡Pobre rey…! Deseaba demasiado a la muchacha para dejarla marchar. Pero la amaba demasiado para dejarla morir.
ANTHONY DE MELO. El canto del pájaro. Editorial LUMEN, Buenos Aires, 1982, pág. 200-201.
Señala la proposición que sintetiza la historia del texto.
Texto: LA ESCLAVA
Un Rey musulmán se enamoró locamente de una joven esclava y ordenó que la trasladaran a palacio. Había proyectado desposarla y hacerla su mujer favorita. Pero, de un modo misterioso, la joven cayó gravemente enferma el mismo día en que puso sus pies en el palacio.
Su estado fue empeorando progresivamente. Se le aplicaron todos los remedios conocidos, pero sin ningún éxito. Y la pobre muchacha se debatía ahora entre la vida y la muerte. Desesperado, el rey ofreció la mitad de su reino a quien fuera capaz de curarla. Pero nadie intentaba curar una enfermedad a la que no habían encontrado remedio los mejores médicos del reino.
Por fin se presentó un hakim que pidió le dejaran ver a la joven a solas. Después de hablar con ella una hora se presentó ante el rey que aguardaba ansioso su dictamen.
“Majestad”, dijo el hakim, “la verdad es que tengo un remedio infalible para la muchacha. Y tan seguro estoy de su eficacia que, si no tuviera éxito, estaría dispuesto a ser decapitado. Ahora bien, el remedio que propongo se ha de ver que es sumamente doloroso pero no para la muchacha, sino para vos, Majestad”.
“!Di qué remedio es ése!” gritó el rey, “y le será aplicado. Cueste lo que cueste”.
El hakim miró compasivamente al rey y le dijo: “La muchacha está enamorada de uno de vuestros criados. Dadle vuestro permiso para casarse con él y sanará inmediatamente”.
¡Pobre rey…! Deseaba demasiado a la muchacha para dejarla marchar. Pero la amaba demasiado para dejarla morir.
ANTHONY DE MELO. El canto del pájaro. Editorial LUMEN, Buenos Aires, 1982, pág. 200-201.
Examina las siguientes proposiciones y ejecuta lo que después se pide en relación al vocablo subrayado.
l El enfermo de cuya curación se desespera es un desahuciado.
ll Los médicos que trataron a la enferma antes del hakim eran sólo embaucadores.
lll Lo opuesto a la poligamia es la monogamia.
lV Quien fracasa es un fracasado, quien tiene éxito, exitado.
V Infalible, en el contexto, es sinónimo de eficaz.
¿Quál es la alternativa con todas las correctas?
Texto: LA ESCLAVA
Un Rey musulmán se enamoró locamente de una joven esclava y ordenó que la trasladaran a palacio. Había proyectado desposarla y hacerla su mujer favorita. Pero, de un modo misterioso, la joven cayó gravemente enferma el mismo día en que puso sus pies en el palacio.
Su estado fue empeorando progresivamente. Se le aplicaron todos los remedios conocidos, pero sin ningún éxito. Y la pobre muchacha se debatía ahora entre la vida y la muerte. Desesperado, el rey ofreció la mitad de su reino a quien fuera capaz de curarla. Pero nadie intentaba curar una enfermedad a la que no habían encontrado remedio los mejores médicos del reino.
Por fin se presentó un hakim que pidió le dejaran ver a la joven a solas. Después de hablar con ella una hora se presentó ante el rey que aguardaba ansioso su dictamen.
“Majestad”, dijo el hakim, “la verdad es que tengo un remedio infalible para la muchacha. Y tan seguro estoy de su eficacia que, si no tuviera éxito, estaría dispuesto a ser decapitado. Ahora bien, el remedio que propongo se ha de ver que es sumamente doloroso pero no para la muchacha, sino para vos, Majestad”.
“!Di qué remedio es ése!” gritó el rey, “y le será aplicado. Cueste lo que cueste”.
El hakim miró compasivamente al rey y le dijo: “La muchacha está enamorada de uno de vuestros criados. Dadle vuestro permiso para casarse con él y sanará inmediatamente”.
¡Pobre rey…! Deseaba demasiado a la muchacha para dejarla marchar. Pero la amaba demasiado para dejarla morir.
ANTHONY DE MELO. El canto del pájaro. Editorial LUMEN, Buenos Aires, 1982, pág. 200-201.
La impaciencia del Rey cuando dice, irritado (texto), ¡Di qué remedio es ése (…) y le será aplicado, cueste lo que cueste”!, puede parafrasearse como:
Texto: LA ESCLAVA
Un Rey musulmán se enamoró locamente de una joven esclava y ordenó que la trasladaran a palacio. Había proyectado desposarla y hacerla su mujer favorita. Pero, de un modo misterioso, la joven cayó gravemente enferma el mismo día en que puso sus pies en el palacio.
Su estado fue empeorando progresivamente. Se le aplicaron todos los remedios conocidos, pero sin ningún éxito. Y la pobre muchacha se debatía ahora entre la vida y la muerte. Desesperado, el rey ofreció la mitad de su reino a quien fuera capaz de curarla. Pero nadie intentaba curar una enfermedad a la que no habían encontrado remedio los mejores médicos del reino.
Por fin se presentó un hakim que pidió le dejaran ver a la joven a solas. Después de hablar con ella una hora se presentó ante el rey que aguardaba ansioso su dictamen.
“Majestad”, dijo el hakim, “la verdad es que tengo un remedio infalible para la muchacha. Y tan seguro estoy de su eficacia que, si no tuviera éxito, estaría dispuesto a ser decapitado. Ahora bien, el remedio que propongo se ha de ver que es sumamente doloroso pero no para la muchacha, sino para vos, Majestad”.
“!Di qué remedio es ése!” gritó el rey, “y le será aplicado. Cueste lo que cueste”.
El hakim miró compasivamente al rey y le dijo: “La muchacha está enamorada de uno de vuestros criados. Dadle vuestro permiso para casarse con él y sanará inmediatamente”.
¡Pobre rey…! Deseaba demasiado a la muchacha para dejarla marchar. Pero la amaba demasiado para dejarla morir.
ANTHONY DE MELO. El canto del pájaro. Editorial LUMEN, Buenos Aires, 1982, pág. 200-201.
Analisa las siguientes afirmaciones:
La esclava no sería concubina, SINO esposa del rey.
ll El rey promete al hakim: “si curas a mi amada LE concederé lo que me pidas”.
lll La esclava no amaba EL rey; amaba a uno de los criados.
lV El remedio que el hakim proponía sería MUY doloroso para el rey.
V El médico que no trata bien a sus pacientes no es BUENO.
¿Quál es la alternativa con todas las correctas?
Texto: LA ESCLAVA
Un Rey musulmán se enamoró locamente de una joven esclava y ordenó que la trasladaran a palacio. Había proyectado desposarla y hacerla su mujer favorita. Pero, de un modo misterioso, la joven cayó gravemente enferma el mismo día en que puso sus pies en el palacio.
Su estado fue empeorando progresivamente. Se le aplicaron todos los remedios conocidos, pero sin ningún éxito. Y la pobre muchacha se debatía ahora entre la vida y la muerte. Desesperado, el rey ofreció la mitad de su reino a quien fuera capaz de curarla. Pero nadie intentaba curar una enfermedad a la que no habían encontrado remedio los mejores médicos del reino.
Por fin se presentó un hakim que pidió le dejaran ver a la joven a solas. Después de hablar con ella una hora se presentó ante el rey que aguardaba ansioso su dictamen.
“Majestad”, dijo el hakim, “la verdad es que tengo un remedio infalible para la muchacha. Y tan seguro estoy de su eficacia que, si no tuviera éxito, estaría dispuesto a ser decapitado. Ahora bien, el remedio que propongo se ha de ver que es sumamente doloroso pero no para la muchacha, sino para vos, Majestad”.
“!Di qué remedio es ése!” gritó el rey, “y le será aplicado. Cueste lo que cueste”.
El hakim miró compasivamente al rey y le dijo: “La muchacha está enamorada de uno de vuestros criados. Dadle vuestro permiso para casarse con él y sanará inmediatamente”.
¡Pobre rey…! Deseaba demasiado a la muchacha para dejarla marchar. Pero la amaba demasiado para dejarla morir.
ANTHONY DE MELO. El canto del pájaro. Editorial LUMEN, Buenos Aires, 1982, pág. 200-201.
Senãla con V las afirmaciones verdaderas e con F las falsas.
( ) El plural de hipótesis es HIPOTESES.
( ) El problema de la contaminación difícilmente será RESUELTO.
( ) Después de la lluvia EL agua del río está sucia y revuelta.
( ) SANTO Francisco de Asís tiene muchos devotos.
( ) Alguien hablaba y no entendí. Quizá era belga U holandés.
La secuencia correcta es: