[1] En la denominada era digital, alrededor del
15,4% de la población española mantiene un uso
del teléfono móvil muy elevado e, incluso, en
riesgo de padecer complicaciones. De hecho, el
[5] 5,1% ya se puede considerar un porcentaje con
un consumo problemático o adictivo, según una
investigación en la que participa la Universidad
Complutense de Madrid (UCM).
El uso del teléfono móvil se convierte en
[10] problemático cuando es excesivo en horas o
interfiere con las actividades cotidianas,
laborales, sociales, familiares o perjudica la
salud física del individuo sin capacidad de
control. Si este, además, padece otros síntomas
[15] como dificultad para resistir a un impulso,
angustia o adicción a otras sustancias, tendrá
más posibilidades de caer en el enganche al
aparato tecnológico.
“Históricamente se ha observado que las
[20] variables psicológicas de ansiedad e
impulsividad anteceden o son predictoras de las
adicciones con sustancias; es decir, son factores
de predisposición. Esto implicaría que el uso
problemático del móvil podría ser considerado
[25] una adicción”, explica José de Sola, investigador
del departamento de Psicobiología de la UCM y
uno de los autores del estudio.
El trabajo, publicado en Frontiers in
Psychiatry, se basó en cuestionarios realizados
[30] entre enero y diciembre de 2014 en un total de
1.126 individuos de toda España entre 16 y 65
años.
El objetivo de los científicos fue cruzar los
factores de ansiedad, depresión, impulsividad y
[35] consumo de alcohol con el uso problemático del
móvil. En un principio, también se tuvo en
cuenta el tabaco, pero a lo largo de la
investigación se descartó “por la escasa
consistencia del instrumento utilizado en su
[40] valoración, aunque otros trabajos demuestran
que tiene un peso relevante”, apunta de Sola.
El investigador distingue entre valores
relacionados y predictivos. Así, la depresión, las
drogas ilegales o algunas patologías
[45] psiquiátricas, como las obsesiones, son variables
relacionadas, mientras que ansiedad,
impulsividad y consumo de alcohol pueden
predecir esta adicción.
Para llevar a cabo el estudio, se utilizaron
[50] herramientas de medida estadística como las
escalas del uso problemático del teléfono móvil
(MPPUS), la de estados de ansiedad (STAI), del
comportamiento impulsivo (UPPS-P), el
inventario de depresión de Beck o el
[55] cuestionario AUDIT de consumo de alcohol.
Otro de los resultados que se deriva de este
estudio es el perfil del individuo que padece este
problema. Como era de esperar, afecta más a
jóvenes, desde los 16 años, pero también alcanza
[60] a poblaciones adultas de hasta 45 años.
“Esto implicaría que, de encontrarnos con
una adicción, el problema no sería exclusivo de
los jóvenes y adolescentes, sino que implicaría a
capas de población más amplias”, señala el
[65] experto de la UCM.
Además, De Sola alerta de la tendencia
creciente que ha adoptado esta adicción que
“cada vez interfiere más en la vida cotidiana”.
Junto con la UCM, en el estudio participan el
[70] Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid),
el Instituto de Investigación Biomédica de
Málaga y la Universidad San Ignacio de Loyola
(Perú).
(Fonte: http://www.agenciasinc.es/)
No fragmento “En un principio, también se tuvo en cuenta el tabaco, pero a lo largo de la investigación se descartó ‘por la escasa consistencia del instrumento utilizado en su valoración, aunque otros trabajos demuestran que tiene um peso relevante’, apunta de Sola.” (l.36-41), a melhor tradução para a expressão aunque é